26 de septiembre de 2016

Escribir para vivir



A veces creo que la escritura es un vicio como tantos otros, en este momento, mi cuerpo, erizado de frio me pide que le traiga un saco, pero mi cabeza que se encarreta escribiendo no le hace caso. En muchos momentos, mi mente se emociona creando historias y necesitando desesperadamente un pedazo de papel para escribirlas, he intentado grabarlas, dictarle a una máquina lo que imagino para luego, transcribirlas en mi computador, pero así no funciona. Mi cerebro no logra poner en orden lo que quiero decir si no tiene enfrente un cuaderno con un esfero que escriba “rico” o un teclado que suene a medida que presiono las teclas. En el caso de las teclas, cuando logro una buena velocidad, mi mente se emociona y manda más y más palabras para teclear.


Por instantes mi mente se dispersa y pienso en lo que tengo por hacer, en lo que no terminé, en la tarea que me espera, pero el deseo de seguir aquí, convirtiendo en letras mis pensamientos, le ganan a cualquier otra labor, otras veces, distraída en mi cama me atacan unas ganas locas de escribir algo, entonces me paro de la comodidad y el calorcito de las cobijas, busco mi cuaderno y lo incluyo en la pereza de la cama, pongo algo de música sin letra para que no me quede divagando entre las notas y es cuando pienso que la escritura, es un vicio, una necesidad que me he creado, un disparador de mi imaginación y de mi adrenalina, un escape que me aleja de lo que esté viviendo, alegre o fascinante, no importa, las ganas de escribir ponen todo de lado y me dan un placer apenas comparable con el que debe sentir un enfermo cuando la droga que lo calma entra en su torrente. Eso quiero, inyectarme diariamente con esta droga que me hace feliz, que me dispara las endorfinas y que genera en mí una sensación de grandeza que me dura todo el día.

12 de septiembre de 2016

Ejercicio de escritura No.7: Mi no entender




Hay apasionamientos que no entiendo, veo las peleas en política por ejemplo, los que defienden el sí, los que defienden el no y me aterra la falta de argumentos, los cambian por un amor ciego por el candidato correspondiente, un apasionamiento por el fulano como si este les pagara por defenderlo, como si fueran amantes o familiares, es un tema tan irracional que no logro comprenderlo, leo los trinos, los comentarios en los diferentes medios y de verdad me pregunto si estos políticos pueden pagarle o salir y enamorar a tanta gente, es impresionante que las personas se agredan tan profundamente defendiendo a un fulano que nunca han visto de cerca y den por hecho cosas de las que no tienen constancia, cosas sobre las que juran como única verdad con la furia con la que una hembra de cualquier especie defiende a sus cachorros. De verdad que no lo entiendo o definitivamente hay algo que no se, y a estos apasionados en serio les pagan, les mantienen a la familia o les hacen favores non santos para que salgan a la calle como víboras a picar con su veneno al que piensa diferente.


Se les nubla la capacidad de raciocinio en medio de la ceguera y se hacen matar por unos personajes que seguramente se sientan a la mesa con sus más recios detractores a compartir un vinito mientras el pueblo se mata por ellos. Repetimos las historias de los godos y los liberales que podían asesinar al que llevara un pañuelo del color equivocado. No lo entiendo y me entristece que a estas alturas del partido sigamos siendo tan básicos.